Antipatriarcado

En esta pestaña podrás ver material (textos, reflexiones, imágenes, enlaces…) que el que el grupo antipatriarcal considera interesante.

TEXTOS PARA LAS JORNADAS DE DEBATES ANTIPATRIARCALES.

Estos textos son para debatir en los debates  que tendrán lugar durante el verano del 2013 en la huerta comunitaria de Capiscol-Gamonal, si tienes  otro texto que consideres que podría ser interesante que nos leyéramos para debatirlo puedes enviarlo a el correo de la asamblea.

  • LA PRESENCIA DEL PATRIARCADO EN EL LENGUAJE

http://www.rojoynegro.info/sites/default/files/Manual%20CGT%20de%20lenguaje%20no%20sexista%20OK.pdf

  • LA PRESENCIA DEL PATRIARCADO EN LA COMUNICACIÓN

 

  • ECONOMÍA FEMINISTA

 

  • ANALIZANDO LA ESTRUCTURA FAMILIAR

 

El pasado Sábado 10 de Marzo se llevó a cabo una jornada de Reflexión sobre los cuidados y el papel de la mujer en ellos. De la preparación de la jornada se difundieron varios textos que ponen el dedo y la llaga sobre esta problemática:

Este es el primero que lleva el título de Pan y Rosas:

Lejos queda el lema “pan y rosas” que guió a 20.000 mujeres en la ciudad de Nueva York en 1909, lo que se llamó la sublevación de las 20.000. El pan simbolizaba las reivindicaciones por mejoras en el entorno laboral, jornadas más cortas de empleo y equiparación salarial; las rosas, a su vez, venían a representar la conquista de una vida plena. Sin embargo, tras más de un siglo, actualmente nos encontramos con que, aunque se ha mejorado ese pan, vamos dando pasos hacia atrás y que nuestras rosas, no logran florecer.

Si bien, las mujeres hemos ido conquistando el mundo laboral, luchando para conseguir situaciones igualitarias, demostrando continuamente que podemos integrarnos  plenamente en los espacios masculinizados, hemos dejado de lado el cómo queríamos conquistar una vida plena; la entrada en el mercado laboral de una gran cantidad de mujeres no ha venido acompañada de una equitativa inclusión  de hombres en los espacios de cuidados y de trabajos domésticos. ¿Dónde están los hombres? ¿Cuáles son los obstáculos estructurales y simbólicos que impiden que ellos asuman su responsabilidad en los cuidados?

Aún así, no nos podemos quedar en la mitad del camino. La lucha por la corresponsabilidad real, total y natural de todas las personas que forman las unidades familiares para sobrellevar los trabajos invisibles e infravalorados de los cuidados, es imprescindible pero incompleta.

Es necesario replantearse cómo ese trabajo invisible, que opera en los márgenes de la economía, mantiene este sistema capitalista que destroza gradualmente a la naturaleza y a los seres que habitan el planeta. Cada vez, urge más replantearse cómo queremos organizar la vida, a qué le dedicamos nuestro tiempo, esfuerzo, energía y sentimientos.

Nuestras vidas están únicamente destinadas al mercado laboral. Hoy tenemos la oportunidad de construir un modelo de vida que no se base en la explotación de personas y animales, ni en el expolio de los recursos naturales, sino en generar mecanismos colectivos donde entre todas y todos  poner en el centro de nuestra existencia la sostenibilidad de la vida.

Tal vez, los panes que queremos ahora no pasan exclusivamente por la mejora de las condiciones laborales, sino en plantearse cómo contribuimos a que el mundo vaya a la deriva al introducirnos sin cuestionamientos en el sistema capitalista y al seguir asumiendo mayoritariamente el resto de trabajos que se reproducen en las casas.

Las rosas, lejos de florecer, se seguirán marchitando si no somos capaces de imaginar nuevas maneras de convivencia donde el cuidado por la naturaleza y las personas sea el eje que vertebre nuestra vida y no la economía depredadora que nos aísla, individualiza, consumiéndonos mientras consumimos sin límites.

Y este es otro de los textos que se difundió:

Vemos, como en estos días, aún vivimos en una sociedad patriarcal y androcéntrica, aunque no seamos plenamente conscientes de ello. Se han encargado de hacernos creer que mujeres y hombres ya somos iguales. Una pregunta que nos hacemos es: ¿Se valora igual a las mujeres que a los hombres? ¿Y a lo que hacen? ?Quienes realizan generalmente los trabajos de cuidados?
A las mujeres se nos ha relegado al ámbito privado, encasillándonos en unos roles, que no son valorados, ni se les da la importancia merecida. Del mismo modo, los hombres, también han sido conducidos a otros roles, centrados en el trabajo asalariado y el desprecio hacia los trabajos domésticos, estableciendo así otra división socio-sexual del trabajo. Esto perpetúa el sistema capitalista “”divide y vencerás…”, teniéndonos a todas las personas sometidas y divididas, sin que nos cuestionemos las verdaderas necesidades de la vida, comunes a ambos sexos….
El Capitalismo se ha unido con el Patriarcado, ayudándose en el mantenimiento del poder, dando un valor monetario a la casa en la que vivimos, al coche que conducimos, la ropa que vestimos, los bienes que acumulamos….Resumiendo, todo lo que este sistema considera importante, está centrado en el dinero. Sin embargo, esta sociedad, no valora debidamente a la madre que te protege o te alimenta, a la pareja que te ama, o a la hija que te cuida. Aunque sí se aprovecha de ello, para mantener la estructura de dominación, a la que estamos sometida toda la población.
¿Qué sería de la vida humana sin la labor realizada por las mujeres?. Nos moriríamos de hambre, gritaríamos de dolor, nos ahogaríamos en nuestras propias lágrimas, nos sentiríamos solas y solos, no seríamos quienes somos. De no ser por ellas, que se han dedicado a cuidarnos y ha mantener la vida, tal vez no existiríamos….
Por lo tanto, dejemos de dar valor al dinero, a lo material, a la acumulación del capital y demos valor a lo realmente importante, el cuidado de la vida y de la sociedad. Luchemos por implicarnos todas y todos en ello.
Entre todas y todos rompamos su estructura de dominación.
El siguiente texto fue inspirado por los debates que generó la posible modificación de la ley del aborto:

MI CUERPO ES MÍO, YO DECIDO

Detrás de la modificación de la ley de interrupción del embarazo nos encontramos con una lógica de rendimiento económico, de eliminación de costos, de privatización de los derechos públicos y humanos, convirtiéndolos en servicios, en meras mercancías para quien las pueda adquirir.

Se buscan justificaciones, y se encuentran en un pensamiento ideológico cuyo eje gira y se sustenta en el sometimiento de la mujer al hombre, retrocediendo 30 años atrás a un modelo en el que la mujer se veía relegada únicamente al hogar.

A las mujeres se nos priva del derecho a decidir por nosotras mismas, como si fuéramos menores de edad. Se nos somete a un Estado que es juez y parte, ya que es un Estado capitalista y patriarcal.

Las consecuencias las paga la sociedad en general, pero más en concreto las mujeres obligadas a ser madres contra su voluntad. Más todavía, las personas obligadas a nacer con serias dificultades de vivir una vida que merezca ser vivida.

La reforma de la ley de interrupción del embarazo que pretende el gobierno actual, no solamente elimina la posibilidad de abortar si eres pobre, sino que además obliga a seguir adelante con un embarazo y dar a luz después a personas que requieren apoyos y atenciones que la sociedad no ofrece, como vemos tras los últimos recortes a las ayudas a la dependencia. El Sr. Gallardón quiere obligarnos a tener hijos e hijas con discapacidad y que les atendamos solas.

Al mismo tiempo que nos privan de la posibilidad de decidir se nos induce y obliga a desempeñar determinados trabajos no remunerados (cuidados de personas, trabajos domésticos) situados, precisamente por no ser remunerados, al margen de cualquier centro de decisión.

Las encargadas de los cuidados de nuestros seres querid@s seguimos siendo en esta sociedad las mujeres, que enterramos nuestras vidas aún sin morir, en una atención permanente del cuidado del resto de personas.

Quizá esta situación no fuera tan dura si los hombres asumiéramos nuestra corresponsabilidad en cuidar y ser cuidados, y si esta sociedad no viviera bajo la imposición de la moral dominante que condiciona nuestras decisiones individuales.

Denunciamos las manipulaciones de los gobiernos para hacer de las mujeres meras esclavas del antojo de los varones; más ricos, pero más pobres en dignidad.

Denunciamos las manipulaciones de los gobiernos para obligar al nacimiento de personas que se van a ver relegadas socialmente, y abandonadas si no disponen de medios para pagar por los cuidados.

Apelamos a los sentimientos y a la responsabilidad de hombres y mujeres, para que se comprometan con el disfrute de una vida digna para sí y para toda la humanidad.

Que nadie decida por mí, que nadie decida por ti.

Nadie es más que nadie.